Ambrosio Navarro, llamado “el monje” en honor a Sisi y a su novela (el que la haya leído lo entenderá) es el primero de los guedé zombis, de los zombis inmortales, aquéllos que no pueden ser derrotados por armas humanas porque, de hecho, son espíritus del panteón vudú y no seres de carne y hueso.
En realidad, los zombies inmortales pasan de un cuerpo a otro si son aniquilados, pero no se les puede matar. Ambrosio no es cura ni viste como tal, es sólo una apodo de guerra, pero siguiendo este homenaje el gran Xevi lo ha vestido con su sotana, al amparo de una lechuza, puesto que los guédé zombi, en 1936z son anunciados por éstas. Según los ritos voduistas, a los guedé zombi les gusta comer batatas y beber aguardiente, aparte de los sacrificios de aves de corral habituales en esa religión.
Javier Cosnava